Jugando con las letras #1

¡Hola, hola! ¿Como os está yendo la semana? 

El otro día, conociendo los blogs de las lindas personitas que me publican, en La Biblioteca de Bella, encontré una entrada que me encantó, y que aprovechando que estamos a principios del mes de Noviembre, quise hacerla en Cazadores de Libros a modo de entrada mensual, pues como sabéis, me gusta escribir y esta sería una buena oportunidad de obligarme a ello, para así que desaparezca de una vez el bloqueo mental y no vuelva a perder la inspiración. Debo decir que la idea original de esta actividad es del blog Carmen en su tinta.

Pues ya dicho esto,... ¡Empecemos!

• El primer paso es escribir una palabra (La primera palabra que se os venga a la mente). La mía será LETRAS.
• Ahora toca separar las letras de la palabra escogida para formar nuevas palabras, con cada una de esas letras. L-E-T-R-A-S. Y estas son las palabras que se me han ocurrido: Lejanía, Estrellas, Tristeza, Recuerdo, Amor, Soledad. 

• A continuación debemos formar una frase con cada una de las palabras que se nos han ocurrido (no es necesario que sean frases complicadas, simplemente lo primero que se os venga a la mente). 

LEJANÍA: Nunca imaginó que cuando se marchara, aquella lejanía, le pudiera doler tanto.

ESTRELLAS: Se encontraba en el lugar favorito de ambos, sobre aquel tejado, desde donde podía admirar las estrellas. 

TRISTEZA: Aquella chica alegre que una vez fue, desde hace un par de meses había desaparecido, por la inmensa tristeza que la invadía. 

RECUERDO: El recuerdo de lo que vivieron juntos, le venía una y otra vez a la mente. 

AMOR: Lo que una vez comenzó como una amistad, poco a poco se fue convirtiendo en amor. 

SOLEDAD:  Bajo aquella soledad que sentía, decidió poner por escrito todos aquellos pensamientos y recuerdos, para hacerlos más llevaderos. 

• El último paso es relacionar las frases entre sí, para así formar una historia que tenga sentido. 

Cuando Karen conoció a Daniel, todo comenzó de la peor forma. Su primera impresión en cuanto al chico había sido la de: arrogante, pesado, acosador,... Sí, acosador, porque allá donde ella iba, siempre parecía estar aquel chico de cabello negro azabache y con aquellos ojos oscuros como la noche. Nunca pensó que aquel odio que al principio sintió por él, desde aquella tarde en la feria, cuando su amiga Sarah la convenció de salir con aquellos chicos que habían conocido en aquel nuevo café recién abierto en la ciudad, y cuando, como no, se lo encontró y la obligó a participar en aquella ridícula apuesta, se fuera a convertir en amistad. Y ni mucho menos nunca pensó, que lo que una vez comenzó como una amistad, poco a poco se fue convirtiendo en amor. Pero allí se encontraba aquella noche ella, en el lugar favorito de ambos, sobre aquel tejado, desde donde se podía admirar las estrellas, sintiendo que desde que el se fuera a vivir a Tejas, donde su padre había sido destinado por su trabajo como militar, que algo le faltaba, como si aquel cielo estrellado, de pronto fuera más inmenso de lo que acostumbraba, y que junto con él, todos los sueños, los planes, las promesas que se habían hecho el uno al otro, ahora fueran inalcanzables. Nunca se imaginó que cuando él se marchara, aquella lejanía, le pudiera doler tanto. ¿Cómo era posible extrañar a alguien al que una vez odiaste tanto? Nunca había sido la típica chica alocada, aquella que se mete en líos, le gusta salir de fiesta, esa actitud era más la de su mejor amiga de la infancia, Sarah. Karen por otro lado, era más tranquila, siempre había disfrutado más recostándose en el sillón junto a la ventana de su habitación disfrutando de un buen libro, el cual la sumergiera a un mundo fuera de la realidad. Hasta que lo conoció a él, cuando Daniel llegó a su vida y se instaló en ella, cuando lo conoció realmente, su vida dio un giro de ciento ochenta grados. Los libros medio olvidados, dando paso a otra etapa de su vida, llena de aventuras, apuestas, carreras ilegales de motos,.. convirtiéndose en una realidad de la que ya no quería escapar. El recuerdo de todo lo que vivieron juntos, le venía una y otra vez a la mente. Torturándola, haciendo que le fuera difícil regresar a aquella chica alegre que una vez fue y desde hacía un par de meses había desaparecido por la inmensa tristeza que la invadía. Se daba cuenta que así no podía continuar, tenía que lograr encontrar la forma de volver a ser la de antes, ya que estaba segura que si en aquel momento él pudiera verla no le gustaría.... Tomó una decisión, con la esperanza de que le ayudara con su estado de animo, y bajo aquella soledad que sentía, decidió poner por escrito todos aquellos sentimientos y recuerdos, para hacerlos más llevaderos y guardarlos en algún lugar fuera de su mente, lo que la ayudara a seguir con su vida tal y como él se lo había pedido antes de marcharse. 

Y hasta aquí llegó esta entrada, ¿que os ha parecido la idea? 

Si os ha gustado, os invito a hacerlo también. Es una forma original y divertida de atraer a la inspiración a la hora de escribir.